Por. Tere Moreno
0.56%, de Lorenzo Hagerman deja un mal sabor de boca, porque pretende parecer un documental objetivo, cuando en realidad no muestra los elementos esenciales del fraude de las elecciones presidenciales del 2006, en México, como son: la falta de equidad, imparcialidad y legalidad en todo el proceso electoral, antes, durante y después de las elecciones.
No se mencionan con suficiente importancia los siguientes aspectos: La participación abierta e indebida de actores como el entonces presidente Vicente Fox, haciendo campaña por Calderón. Del Consejo Coordinador Empresarial, que firmaba los anuncios que desprestigiaban a Andrés Manuel. De los dueños de algunas empresas comerciales, como Sabritas, Jumex, Coca Cola y Wall Mart que pagaban anuncios contra AMLO o repartía propaganda para no votar por él. Del cardenal Norberto Rivera y algunos otros miembros de la iglesia, que advertían a los feligreses que AMLO atentaba contra las buenas costumbres. De los dueños del duopolio de la televisión, en cuyos noticieros y programas se calumniaba a AMLO o se mofaban de su forma de hablar
No se mencionan el proceder faccioso de los institutos electorales, como el IFE y el TRIFE, la relación entre el Consejero Presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde y Elba Esther Gordillo, quien apoyó a Felipe Calderón, y entre los integrantes del TRIFE y el PAN y PRI, el manejo del sistema de cómputo de votos por parte de Hildebrando Zavala, también pariente de la esposa de Felipe Calderón, la campaña negra difamatoria de AMLO, la participación de la iglesia, los rumores difundidos desde el poder, los seudo periodistas de los principales medios de comunicación con verdaderas campañas que lo presentaban como autoritario, loco o un peligro, además de la anticonstitucional participación del ejército al sitiar el Congreso o la presencia de militares adentro del salón de sesiones donde se realizó la ceremonia de la toma de protesta. No se menciona que Calderón dio un verdadero golpe de Estado, ya que utilizó las fuerzas armadas para poder tomar el poder.
Hagerman presenta a AMLO como un líder muy carismático, quien incluso puede generar fanatismo entre la gente, sobre todo entre los pobres. Pero a partir de este documental no se puede conocer claramente ni su proyecto, ni las causas por las que surge el movimiento social que dirige, ni su verdadero objetivo, que es la transformación profunda del país.
Este documental tiene escenas como la del viejito que lo califica de “loco” que fue una de las matrices de opinión que se sembraron, escenas donde se le hace ver como “autoritario”, donde se le hace ver como “rebelde”, porque manda al diablo a las instituciones, pero sin mostrar lo corruptas que están las mismas… Se le muestra como un hombre necio, que no sabe perder, que no acepta su derrota después de que se creía ganador, en lugar de mostrar al líder al que le roban la elección y por ello decide seguir luchando y encabezar un movimiento social. En el documental se le da mucha importancia a una escena donde le dice a Elenita Poniatowska (que incluso aparece como la viejita manipulada, bueno… la presenta como si fuera tonta, ya ni por el parentesco es que Hagerman respeta), que si pierde la elección se retira a Tabasco a dar clases y luego de que supuestamente pierde, resulta que no se retira… sin explicar el porqué. Lo presentan como el personaje que no admitió perder y por eso quiere volver a ser candidato en 2012, como alguien que después de tener muchísimos seguidores ya no los tiene y no quiere darse cuenta. En este documental se descontextualiza al movimiento social y el motivo de su lucha. Los espectadores no pueden saber cómo una protesta se convirtió en un movimiento social de resistencia civil pacífica, no pueden conocer el sentido del gobierno legítimo, no se menciona la creación de por ejemplo, la Convención Nacional y ni siquiera se sugiere la necesidad de la organización para defender el voto…
Respecto al plantón como medida de resistencia civil pacífica que exigía contar VOTO X VOTO, tampoco explica lo suficiente, solo enfatiza que es imposible contar todos los votos y que la gente está muy molesta por el caos que creó el plantón.
Llama la atención que parece como si AMLO renegara de todo sin proponer nada… escenas como la de los matemáticos que están medio confundidos y que no aclaran nunca por qué se manejó mal el sistema de cómputo. Tampoco se exhibe la magnitud de urnas violadas, de boletas mal contadas, de actas alteradas, la legitimación que se hace del fraude, por ejemplo, aparecen por ahí Swacheneger y Bush padre, pero no se dice, ni se insinúa siquiera el interés de los EU y por ello su injerencia para que México no vaya a tener un presidente nacionalista.
Muestra muchos close up de AMLO pero no su pensamiento. Él cuenta anécdotas o hasta detalles chuscos, sin exponer con seriedad los planteamientos fundamentales que defiende.
Y el final del documental concluye con que Andrés Manuel está acabado políticamente, con unos cuantos seguidores que por ahí acudieron a escucharlo sin interés, ante la insistencia de quienes organizan sus mítines.
¿Por qué los españoles le darían a este documental el Premio Honorífico Documental Madrid 2011? Tal vez porque si el espectador no tiene suficiente información de lo que sucedió, lograr aparecer como un documental serio, que supuestamente muestra todos los puntos de vista, objetivo, cuando no es así.
¿Por qué será exhibido apenas ahora y en tantas salas, cuando hace tiempo que se concluyó? Tal vez porque ahorita importa desprestigiar una vez más a Andrés Manuel López Obrador, único posible candidato que tiene un proyecto distinto de nación.
En efecto, esta es la versión panista del fraude, es también el fraude de Fraude 2006 de Mandoki, y cuidado… hay que tener hígado para verle la cara al pelele del tamaño de la pantalla y hasta a Denisse Merker...
Exhibir este documental en 20 salas en el DF y luego en todo el país tiene un claro objetivo político.